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Pabellón por Gert Wingårdh y Kustaa Saksi

Texto: Daniel Herranz

Fotografía: Tord-Rikard Söderström


Desde la aparición de los dispositivos móviles y las redes sociales, los procesos comunicativos están en constante evolución. Proponer reflexiones en torno a esos cambios a partir de diferentes disciplinas ha sido una tarea que se ha ejecutado desde la perspectiva del arte, el diseño y la arquitectura. Es el caso del arquitecto sueco Gert Wingårdh, quien concibió un pabellón en colaboración con el ilustrador Kustaa Saksi. El objetivo de la instalación es fomentar un diálogo en torno a los espacios de trabajo contemporáneos, y cómo éstos se comunican entre sí. Mediante el papel, un elemento que aún sigue siendo importante en los procesos de comunicación, Wingårdh ensambló una estructura flotante construida con once mil hojas suspendidas que anteriormente fueron intervenidas por Kustaa Saksi: 44,000 mil puntos de unión fueron instalados en una superficie de 200 m2.

El montaje siguió un procedimiento cuidadoso: a través de un modelo 3D se dimensionó la estructura para tener control sobre cada una de las hojas a las que se les asignó un número específico –el cual se refería a su posición en el espacio-. A lo largo de una semana, ocho personas lograron reproducir el modelo para que empatara a la perfección.

Se decidió utilizar hojas de papel porque, además del sentido multicultural que posee como elemento, evoca a cientos de bloques de construcción y, por ende, a la arquitectura, sin mencionar que por su composición, el papel es un elemento de diseño económico, ligero y maleable, lo que resultó indispensable para la intervención de Saksi. Otra de las características del pabellón es que explora la intersección entre el diseño y la arquitectura dentro de los límites de un mismo proyecto.

 

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